Patas Cortas

domingo, julio 02, 2006

Las cortinas de humo. No hay mal que por bien no venga.

Nos eliminaron del mundial. Parece algo malo. Salvando las distancias, porque ser eliminado de un mundial de fútbol es algo menor, siempre nos preguntamos como, si Dios es inmensamente bueno, puede permitir algo malo. La respuesta es simple. Dios podría hacer desaparecer el mal si quisiese, porque es inmensamente todopoderoso, y tambien puede vencer al mal. Por eso, si algo malo ocurre, es porque Dios lo permite en función de un bien mayor. Porque el mal no existe, lo que existe es la ausencia del bien. Como lo cierto es que el frío no existe, lo que existe es la ausencia de calor.

Asi que perdimos en el mundial. Menos mal. Así el actual gobierno no puede trabajar mas detrás de la cortina de humo. Miren de todo lo que nos salvamos!

Veamos todo lo que hizo el gobierno aprovechando que todos estaban pendientes del partido Argentina- Alemania.

http://www.lanacion.com.ar/edicionimpresa/politica/Nota.asp?nota_id=819983

Kirchner apuró medidas poco populares al calor del Mundial
Impulsó superpoderes, alza de sueldos oficiales, de precios, del gas y reelecciones

El presidente Kirchner confiaba en un triunfo argentino en el Mundial de fútbol de Alemania. Ello hubiera permitido que algunas medidas impopulares no causaran mayores costos para el oficialismo ante la opinión pública, cuya atención hubiera estado enfocada en la selección nacional de José Pekerman.

Sucede que Kirchner condiciona sus actos de gobierno, básicamente, al trato que les confiere la prensa que los difunde.

Con los medios ocupados en el fútbol, el Gobierno apuró decisiones de alto costo político: la creación de los superpoderes permanentes, la reglamentación de los decretos de necesidad y urgencia (DNU), el aumento de sueldos de funcionarios y legisladores, el lanzamiento de la reelección indefinida de gobernadores amigos, la suba del precio del gas que se comprará a Bolivia y la renegociación en alza de algunos acuerdos de precios.

"Siempre se buscan estos momentos en los que la atención de la opinión pública está centrada en un posible éxito futbolístico", dijo ayer a LA NACION un hombre del entorno presidencial, que repasó algunas de esas iniciativas.

"Se estima que ello otorga un colchón de 60 días de euforia. La gente y los medios de prensa se ocupan de otras cosas", añadió.

En el Gobierno confiaron a LA NACION que el Presidente tenía fuertes esperanzas en un triunfo de la selección de Pekerman. La eliminación tras la derrota por penales contra Alemania, anteayer, cambiará el escenario festivo que había imaginado la Casa Rosada. Y ello podría alterar los planes oficiales.

Con el telón de fondo de un éxito deportivo que no se dio, la semana próxima podía ser clave para los objetivos políticos de Balcarce 50.

Por ejemplo, el jefe del Gabinete, Alberto Fernández, tiene previsto asistir al Senado para dar su informe mensual de gestión. Mundial mediante, hubieran pasado casi inadvertidas las críticas de la oposición por el envío del Gobierno a esa cámara del proyecto para consagrar por ley los superpoderes en forma permanente. Más aún, la idea de Fernández era comenzar a debatir el proyecto esta semana en el Senado, sin las luces de la prensa.

La iniciativa propone que el Congreso le delegue por ley -y de por vida- al jefe del Gabinete su facultad de reestructurar las partidas del presupuesto, con el único límite de no modificar el monto total ni la deuda prevista en la ley de gastos.

Todo ello le confiere al Gobierno un poder discrecional muy amplio en el manejo de los fondos públicos.

Más exposición.

Sin los medios ocupados en el fútbol, Fernández podría quedar más expuesto a la difusión de las críticas parlamentarias opositoras. El caso, seguramente, trepará al tope de la agenda mediática.

También para esta semana, se prevé el debate en el Senado de la reglamentación de los DNU. Kirchner lograría así que los decretos de necesidad y urgencia que suscriba puedan quedar vigentes, y con legitimidad constitucional, mientras que el Congreso no los rechace.

Los DNU le sirven también al Presidente para modificar el presupuesto a discreción.

Con los superpoderes y los DNU se desatará un debate en el que la oposición acusaría al Gobierno de afectar la calidad institucional y el principio republicano de la división de poderes, pero ahora sin el telón de fondo del mundial.

Merced a Alemania 2006, pasaron casi inadvertidos, en cambio, el aumento del sueldo del presidente (de $6000 a $13.500) y de las dietas de los legisladores. Se encaminó la reforma constitucional para la reelección de algunos gobernadores amigos, como el de Misiones y el de Tucumán. Y se anunció casi sin costo político el acuerdo para pagar un precio mayor del gas boliviano.

En Balcarce 50 aseguran que se esperaba para estos días la renegociación de algunos acuerdos de precios en alimentos, que vencían en el mes de junio. El Gobierno descontaban aumentos en reconocimiento de la inflación. El interrogante es si ahora -sin Mundial- cambiará de opinión Kirchner, que buscó goles para su equipo mientras duró el fútbol.

Por Mariano Obarrio
De la Redacción de LA NACION



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Solo puedo agregar que si el Jefe de Gabinete va a tener el poder de hacer y deshacer el presupuesto, dándole fondos y quitándoles fondos a quien quiera, ¿para qué tenemos representantes del pueblo? Su responsabilidad mas importante es la denominada Ley de Leyes, el Presupuesto Nacional, donde los representantes del pueblo le indican al Ejecutivo en qué tiene que gastar el dinero de los contribuyentes. Ahora bien, si la Ley de Leyes se la pasan al Jefe de Gabinete, parte del Ejecutivo, lo mas razonable es que disolvamos al Congreso, así ahorramos unos cuantos pesos, y dejamos de decir que tenemos forma republicana de gobierno.