Patas Cortas

domingo, junio 25, 2006

El más jóven de los “represores”Publicado el 12 de Junio de 2006 en Editorial, Columnistas, Susana Sechi

El maquiavélico plan del Señor Kirchner para el desmantelamiento de las FFAA viene cunpliéndose al pié de la letra, incluso parecería ser el único plan de gobierno existente, no dejando en el territorio nacional estructura alguna para la defensa interior y exterior de la República. En una situación de desprestigio extrema de las instituciones y los hombres que las conforman, se cuenta con el apoyo de diferentes medios de comunicación, los que en pos de obtener la tan ansiada “bendición presidencial”, repiten una y otra vez falsarias argumentaciones en contra de integrantes de estas fuerzas.

Recientemente, un caso ocupó las primeras planas por la violencia desmedida que se ejerció sobre la víctima, es el referido al confuso episodio con apariencias de robo, en el que encontró la muerte la señora María Pía Guglielmi, quien fuera acribillada alevosamente en el hecho.

Con el correr de las horas la información derivó a una pertenencia familiar, ligada a las FFAA de la joven mujer asesinada, que colocó en un segundo plano la gravedad de un hecho aberrante que reflejaba la inseguridad vigente.

La clásica desinformación tan habitual en estos días, operó de inmediato, lanzando sobre la sociedad datos falsos del hermano de la víctima, el Mayor de Caballería Alejandro Daniel Guglielmi, Canal 9 por ejemplo, en sus titulares sindicó al oficial como represor en los años 70, de lo cual se hicieron eco otros medios y pseudos periodistas, obsecuentes con el régimen.

Los discípulos de Verbitsky, en su apuro por hacer méritos no comprobaron la veracidad de la especie, conviertiendo al Mayor Guglielmi en el represor más joven de la historia, este oficial nacido el 30-1-1964, en la década del 70 contaba solo 6 años de edad y su ingreso al Colegio Militar se efectuó el 16-2-1982, a los 18 años, egresando del mismo 1-12-1984.

Estos “formadores de opinión” que con tan deleznables medios pretenden cambiar el giro de la noticia, recurren sin pensarlo al pescado podrido que llevan a las redacciones subditos genuflexos, en sus ansias de complacer al poderoso de turno.

Autor: Susana Sechi