Patas Cortas

viernes, diciembre 29, 2006

Carta de Lectores de La Nacion, Jueves 28 de Diciembre de 2006.

Julio López

Señor Director:

"En los últimos días circularon versiones sobre la desaparición del señor Julio López y se le asignó la responsabilidad a «grupos que actuaron en la dictadura». ¿En la cabeza de quién cabe pensar esto?

"Es absolutamente evidente que nada de eso puede ser cierto. Mantener a una persona secuestrada durante tanto tiempo y con todas las fuerzas de seguridad del país dedicadas a su búsqueda supone una gran estructura y es imposible que la tengan estos grupos. ¡Seamos realistas! Dejemos de inventar mentiras que justifiquen la imparcialidad y «creen» motivos para seguir generando odio, resentimiento y división en la sociedad."

Agustina María Couto
DNI 27.691.509


Todo es muy sospechoso. Ahora desapareció un tal Gerez, que habría testificado contra Patti. Desapareció a la noche, y a la mañana ya las autoridades nacionales lo daban por desaparecido. Raro. Según la ley, deben pasar 24 horas sin noticia de paradero para a alguien se lo catalogue desaparecido. ¿como saben las autoridades que se trata de un secuestro?

Qué es un crimen de lesa humanidad

La decisión del juez federal Norberto Oyarbide de considerar como crímenes de lesa humanidad y, por tanto, imprescriptibles, los delitos cometidos por la Triple A durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón ilumina una parte de nuestro oscuro pasado, al dar cuenta de que el terrorismo de Estado tuvo su inicio con anterioridad al golpe militar de marzo de 1976.


Todo cuanto se haga para esclarecer nuestro pasado trágico y para mantener viva la memoria histórica de los argentinos debe ser bienvenido. Especialmente, cuando desde algunos sectores se pretende hacer una lectura parcial sobre la violencia que asoló al país en la década del 70.

Ninguna revisión servirá si se pretende ofrecer una pintura absolutamente unilateral de los hechos, reflejando sólo una cara de la realidad, en función de las conveniencias de una determinada fracción ideológica.

Así como la Corte Suprema de Justicia invalidó las leyes de punto final y obediencia debida, sancionadas durante la presidencia de Raúl Alfonsín, para permitir que se reabran juicios por los delitos cometidos desde el Estado a partir del 24 de marzo de 1976, y así como el juez Oyarbide acaba de habilitar la investigación de los crímenes cometidos por una organización parapolicial inspirada por José López Rega, es de lamentar que hasta ahora ningún magistrado haya calificado como delitos de lesa humanidad los numerosos atentados contra la vida humana llevados a cabo por organizaciones terroristas como el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y Montoneros.

Indigna ver a quien supuestamente fue uno de los jefes operativos de la Triple A paseándose por las calles de Valencia, libre de toda condena, por supuesto. Tanto como puede indignar ver hoy a conspicuos militantes montoneros apoltronados en despachos oficiales y hasta jactándose de un pasado guerrillero que puso fin a numerosas vidas inocentes.

Hemos señalado ya en esta columna editorial que la inconstitucionalidad e invalidez de las leyes que amnistiaron a militares acusados de violaciones a los derechos humanos debería habilitar a cualquiera de los deudos de las víctimas caídas como consecuencia de la acción de los citados grupos guerrilleros a reclamar, con iguales argumentos, la nulidad de los indultos que beneficiaron a integrantes de esas fracciones que sembraron el terror en la sociedad argentina y la imprescriptibilidad de sus crímenes.

Lamentablemente, el criterio de la mayoría de los jueces argentinos parece ser diferente, a partir de la desacertada posición asumida por la Corte Suprema, cuando ésta no hizo lugar a la extradición del terrorista de la ETA Lariz Iriondo, solicitada por España. En ese caso, el máximo tribunal sostuvo que no cabe aplicar la calificación de delito de lesa humanidad a aquellas acciones de terrorismo en las cuales no intervino el Estado.

De este modo, la Corte sentó un precedente a partir del cual gravísimos atentados como los cometidos contra la embajada de Israel o la AMIA no podrían ser considerados delitos de lesa humanidad a menos que se probara la participación de algún agente estatal.

Contrariamente a lo sostenido por nuestro más alto tribunal, el Estatuto de Roma para la Corte Penal Internacional ha establecido que se entenderá por crimen de lesa humanidad cualquiera de una serie de actos que se cometan "como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque". Entre tales actos, además del asesinato, el exterminio, la esclavitud, la deportación o traslado forzoso de población, la encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales de derecho internacional, la tortura, la violación y otros abusos sexuales de gravedad comparable, y la desaparición forzada de personas, figura la "persecución de un grupo o colectividad, con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos". Y por "ataque contra una población civil", entiende "una línea de conducta que implique la comisión múltiple de actos (...) contra una población civil, de conformidad con la política de un Estado o de una organización de cometer esos actos o para promover una política".

Resultaba evidente que Lariz Iriondo había participado de un ataque contra policías españoles por motivos políticos, que la policía puede considerarse un grupo con identidad propia y que la ETA constituye una organización. Igual criterio podría aplicarse respecto del atentado contra la AMIA, efectuado por motivos políticos y religiosos contra un grupo con identidad propia.

Algo similar puede decirse de los grupos terroristas que, durante los años 70, atacaban, por motivos políticos, a grupos con identidad propia, tales como militares, policías, empresarios de grandes corporaciones y hasta sindicalistas. Como ha señalado el especialista Carlos Manfroni, el elemento que interesa, a fin de calificar el delito de lesa humanidad en este caso, es que tales ataques no se realizaban por un motivo de índole personal contra un individuo determinado, sino por su pertenencia a un grupo, muchas veces sin que los terroristas conocieran siquiera la identidad de las víctimas.

Esta conceptualización de los crímenes de lesa humanidad sirve para comprender cómo, en función de parámetros ideológicos, a veces se pretende ocultar una parte de la tragedia argentina iniciada hace más de tres décadas. También es útil para entender que la violencia setentista respondió a múltiples causas y no fue impulsada únicamente desde un sector.

No por eso somos partidarios de promover la idea de que se remueva nuestro trágico pasado para juzgar a todos aquellos que tuvieron responsabilidades delictivas. La memoria debe ser asumida en forma integral y no debe ser usada como causa de la prolongación de los conflictos.

Lo importante es avanzar hacia una reconciliación que difícilmente llegará si se siguen resucitando odios a partir de la pretensión oficial de fragmentar nuestra visión sobre los nefastos episodios de un pasado del que los argentinos debemos recoger enseñanzas sin quedar presos de él.

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sábado, diciembre 16, 2006

Derechos humanos: lenta marcha de las causas sobre la represión
Reclaman más celeridad a los jueces.

Varios organismos acusan a la Cámara de Casación de frenar las investigaciones.

Con las dos primeras condenas luego de la anulación de las leyes de obediencia debida y punto final, 2006 fue un año histórico en el avance de las investigaciones sobre los crímenes de la dictadura. Sin embargo, ni los organismos de derechos humanos ni el Gobierno están conformes con estas dos sentencias: reclaman que las otras 950 causas pendientes se resuelvan de una vez.

Pasó casi un año y medio de la caída de las leyes exculpatorias y casi todos los expedientes siguen en la etapa de instrucción, todavía lejos del juicio oral, según datos de la Procuración General de la Nación.

Por eso, de los 211 presos que relevó el último informe de la Secretaría de Derechos Humanos, casi todos cumplen prisión preventiva. Algunos, incluso, estuvieron tanto tiempo presos que debieron ser liberados porque se les vencieron esas prisiones preventivas. Esto fue lo que pasó en la causa por el robo sistemático de bebes: la Cámara Federal debió disponer el año pasado la liberación de ocho militares que llevaban seis años detenidos.

El presidente Néstor Kirchner hizo pública más de una vez su preocupación por la lentitud de la Justicia. Ayer lo reiteró: "No quiero entrometerme en otro poder, pero se debe acelerar a fondo el avance de los juicios a los responsables del genocidio que nos tocó vivir a los argentinos".

La semana pasada, referentes de organismos de derechos humanos se reunieron con él en la Casa Rosada y le pidieron ayuda para apurar a los jueces. Kirchner les dijo que compartía su preocupación. Tati Almeida, de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, participó del encuentro.

"Se están muriendo madres y abuelas, y las causas no avanzan. Tenemos derecho a saber qué pasó. Es una lucha de 30 años; no tenemos más paciencia", dijo ayer Almeida a LA NACION.

Y anunció: "Ahora tenemos que hacer un relevamiento de los jueces que frenan las causas y pedir que sean removidos. En Casación, por ejemplo, las causas no se mueven".

Carolina Varsky, abogada del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), considera que los procesos avanzaron, las prisiones preventivas aumentaron y los prófugos son cada vez menos, pero coincide en que Casación es un problema: "No cumple con los plazos y demora las causas".

La Cámara de Casación es también destinataria de las críticas del Presidente, que ayer dijo que este tribunal "no puede tener parados meses y años" juicios que, según él, el país necesita para lograr "reconciliación, memoria, justicia y verdad".

La Cámara se defiende. "El primer atraso lo crearon los querellantes, denunciando y recusando a casi todos los jueces de la cámara -dijo el juez Alfredo Bisordi-. Hace unos tres meses, los conjueces rechazaron esas recusaciones. Sólo entonces empezaron a tramitarse las causas."

Después, según Bisordi, las causas de derechos humanos entraron en el caudal de los miles de expedientes por resolver. "No es una situación creada ex profeso. Se quintuplicó el trabajo. Así, es imposible resolver las causas con rapidez", dijo el magistrado.

Las megacausas

Las principales investigaciones se concentran en Córdoba, Tucumán, Rosario, La Plata y la ciudad de Buenos Aires. Aquí se tramitan las dos "megacausas": la investigación de los crímenes de la ESMA y la causa por los delitos cometidos bajo la órbita del I Cuerpo de Ejército.

Los dos casos fueron reabiertos por la Cámara Federal en 2003, luego de la anulación de las leyes de obediencia debida y punto final. Ambos están en pleno trámite, pero ninguno estará cerrado hasta dentro de al menos tres años, coinciden fuentes judiciales.

Estos expedientes avanzan de a tramos. En el último año, los jueces dispusieron la elevación de varias partes de las causas; ahora esperan que se les fije fecha para el juicio oral.

En septiembre de este año, el juez Daniel Rafecas, a cargo de la causa del I Cuerpo, elevó a juicio el expediente contra el general retirado Jorge Olivera Rovere. A fines de 2005, había cerrado las instrucciones y mandado a juicio oral a otros cinco ex represores por casos de homicidios y tormentos. Ellos son Alberto Barda, Héctor Gamen, Pedro Durán Sáenz, Hipólito Mariani y César Comes.

En marzo, el juez Sergio Torres, a cargo de la causa ESMA, mandó a juicio al ex prefecto Héctor Febres, acusado de haber integrado el grupo de tareas de ese centro de detención.

Para después de la feria de verano, se espera que el juez Guillermo Montenegro eleve a juicio las causas por el robo sistemático de bebes y por el Plan Cóndor.

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Saque sus propias conclusiones: Los jueces no son tontos. esto es una arbitrariedad, y ellos lo saben. Kirchner y las "organizaciones de derechos de los terroristas" se entrometen con la justicia y se permiten darles ordenes VERBALES. Pero no por escrito. Si el Poder Ejecutivo quiere mandar los militares a las cárceles comunes, que lo ordenen por escrito. pero no lo hacen. Porque dentro de poco tiempo, se les va a preguntar a los jueces como tuvieron detenido en proceso a militares por SEIS años, cuando el Pacto de San José de Costa Rica incluído en la Constitución dice que nadie puede estar procesado sin condena por mas de dos años.

Ante la indiferencia de todos, abiertamente los diarios dicen que hay militares procesados por mas de seis años. ¿Y la Constitución que los políticos juraron defender? Bueno, quien le cree un juramento a un político...

¿Y por qué hay militares que llevan más de 12 años de procesados? Porque no hay pruebas suficientes. Son todas inventadas. Y los jueces saben que algún día, alguien les va a pedir cuentas por eso. Por eso no hay juicio oral. No hay pruebas, y no puede haber porque están todas inventadas.

lunes, diciembre 04, 2006

Algunos adolescentes se están dando cuenta.

De Cartas de los Lectores, La Nación, 4 de Diciembre de 2006.

Terrorismo

Señor Director:

"Hace treinta y dos años, un 1º de diciembre de 1974, eran asesinados el capitán Humberto Viola y su hija María Cristina de tres años de edad a manos del terrorismo del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).

"Yo no viví aquella época. Tengo tan sólo 17 años, y me han enseñado en el colegio que la guerrilla luchó contra gobiernos militares para recuperar la democracia. Entonces, ¿por qué matar a una niña de tres años y a su padre el 1/12/74 (pleno gobierno constitucional peronista)?

¿No será que los planes del terrorismo marxista no eran precisamente recuperar la democracia perdida en 1966?

¿Me estarán mintiendo en el colegio?"

Agustín Laje
DNI 34.188.025

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Sí, Agustín. Te están mintiendo.

sábado, diciembre 02, 2006

¿Y el monumento ecuestre al General Belgrano, que está frente a la Casa Rosada, donde va a ir a parar en la remodelación zurda de la Plaza de Mayo K?

Kirchner ya lo había dicho: nos iba a cambiar la historia.

Esto es lo que se olvida de mencionar este lector. Diario La Nación, Sabado 2 de Diciembre de 2006.

Plaza de Mayo

Señor Director:

"Leí con asombro sobre la remodelación de la Plaza de Mayo. Es un verdadero despropósito como proyecto de arquitectura urbana.

"Paso a detallar algunos de los varios errores: el solado, gris, tradicionalmente rosado pálido con variados canteros y abundante arboleda, se transformará en una gran plaza seca y sin nada en que guarecerse, sobre todo en época estival; los bancos de granito gris (según detalles) no soportarían el peso de varias personas saltando sobre ellos en los momentos de manifestaciones populares; la enorme reja perimetral propuesta para proteger la Casa Rosada la mantendría alejada de los peatones y haría más autista al gobierno de turno; por último, la Pirámide de Mayo rodeada por el símbolo de las Madres de Plaza de Mayo durante la última dictadura militar no hará más que exacerbar el odio entre los compatriotas de las actuales y futuras generaciones, como lo viene siendo la historia argentina desde los albores de la Revolución de Mayo de 1810 hasta la fecha: constantes luchas fratricidas."

Luis María Castelli
Arquitecto LE 4.371.869

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Che, Castelli, y el bronce del monumento al General Belgrano ¿lo irán a usar para hacer los pañuelos iluminados de las madres de los terroristas?